Claves de la Carga Mental
La carga mental en el hogar se refiere a la cantidad de trabajo mental y emocional que una persona asume en su rol como administrador/a de la casa y la familia. Esta carga puede incluir la planificación y organización de tareas del hogar, la gestión del tiempo, la toma de decisiones, el seguimiento de compromisos, la gestión de las relaciones familiares, así como el equilibrio entre las necesidades personales y las responsabilidades del hogar.
La carga mental es silenciosa, lo que la hace doblemente pesada. Esta presión puede afectar a nuestra Batería Emocional, siendo cada vez más difícil mantenerla cargada en el día a día que vivimos.
Existe evidencia de que el reparto de las responsabilidades domésticas y familiares en el hogar está generalmente desequilibrado. En general las labores de planificación, organización y toma de decisiones en el hogar la asumen mayoritariamente la mujeres. Un trabajo no reconocido que puede aumentar el estrés, la ansiedad y que es la base de muchos conflictos de pareja. Según un estudio realizado por Procter & Gamble desvela que en España, 3 de cada 4 mujeres sufre carga mental, aunque un 40% de ellas desconoce el concepto y el 45% nunca ha hablado de con nadie de este asunto.
Otra encuesta realizada por la Asociación Yo no Renuncio, determina que las responsabilidades doméstico-familiares recaen principalmente en las mujeres en alrededor del 50% de los hogares.
Motores Internos y Externos de la Carga Mental
La carga mental puede ser generada por diversos factores internos y externos que influyen en la forma en que las personas perciben y abordan las tareas diarias. Algunos de estos factores internos incluyen la autoexigencia, el perfeccionismo, la necesidad de control, la hiperresponsabilidad y la dependencia de la valoración externa. Estos motores internos pueden generar una gran presión y aumentar los sentimientos de culpa, dificultando la priorización de tareas y generando niveles elevados de estrés en la persona.
Algunos factores externos pueden incluir la asunción de roles tradicionales de género, la falta de madurez o responsabilidad de la pareja, una comunicación efectiva deficiente o incluso diferencias en la percepción de la carga mental.
Síntomas de la Carga Mental
Cuando nuestros niveles de carga mental son elevados, aparece el estrés. El estrés es la respuesta de nuestro organismo ante el desequilibrio que ocurre entre las demandas del entorno, y los recursos que tenemos para afrontarlas. El estrés nos avisa de su presencia a través de 3 tipos de síntomas:
Los físicos, como por ejemplo las cefaleas, el insomnio o incluso la taquicardia, entre otros.
Los cognitivos, como el bloqueo, la dificultad para tomar decisiones o la presencia de pensamiento obsesivo.
Los conductuales, como el aumento o la disminución de la ingesta, el aumento del control y la consecuente comprobación de todo, o el evitar situaciones que nos desborden.
Claves para combatir el estrés generado por la Carga Mental
Co-Responsabilidad: consiste en compartir el management y no sólo las tareas. Pregúntate: ¿Cuáles son las tareas mentales, emocionales o invisibles de las que te encargas? ¿Eres la persona responsable de planificar los fines de semana en casa? ¿Eres la persona responsable de delegar gran parte de las tareas? ¿Eres la persona responsable de recordar las fechas y los eventos importantes, y qué llevar? ¿Eres la persona responsable de saber qué ocurre en la vida de vuestros hijos? ¿Siempre sabes qué hay que comprar y cuando hay que poner la lavadora?
“Reparte las tareas por bloques, tareas invisibles incluidas.
Es decir, reparte la GESTIÓN. ”
Expresa tus emociones y mantén la mochila emocional ligera: reconocer y expresar nuestras emociones de manera efectiva, nos ayuda a no acumular tensión y regular cómo nos estamos sintiendo.
Date Voz: Cada vez que no hacemos o no verbalizamos lo que sentimos, nos estamos siendo infieles. Comunicar nuestras necesidades y sentimientos es fundamental para mantener una relación sana y equitativa. Darnos voz y expresar lo que necesitamos nos permite establecer límites claros y trabajar juntos para aliviar la carga mental.
Cuida tus Barreras Internas: deja ir el control. Observar la dinámica de la pareja y determinar si contribuimos de alguna manera a su funcionamiento. A veces, nuestra necesidad de control puede contribuir a nuestra carga mental. Observar la dinámica de la pareja también puede ayudarnos a identificar si estamos contribuyendo de manera desproporcionada a la carga mental.
Aprende a parar: ¿es absolutamente imprescindible que hagas esto hoy? A veces, nuestra carga mental se deriva de nuestra incapacidad para establecer límites y decir no
Practica el “¡Porque Yo lo valgo!”: Las necesidades de los demás son importantes, pero las tuyas también. Recupera amistades o actividades que te aporten bienestar. Recuerda cuidarte.
Mantén un buen Equilibrio: Entre tu vida social, laboral, familiar, pareja y tiempo sólo para ti. Esto incluye establecer tiempo para actividades sociales, laborales, familiares, de pareja y personales. Mantener un buen equilibrio nos permite sentirnos más equilibrados y reducir la carga mental en todas las áreas de nuestra vida.
En conclusión, la carga mental es una carga invisible que a menudo recae desproporcionadamente sobre una persona de la familia. Sin embargo, hemos visto herramientas para aliviar esta carga, como compartir y distribuir las tareas y aprender a cuidarnos mejor. La comunicación abierta y efectiva es fundamental para lograr este equilibrio saludable y asegurarnos de que todas las partes involucradas se sientan apoyadas y valoradas en la gestión del hogar. Debemos seguir trabajando para crear un hogar equitativo donde todas las personas puedan tener la oportunidad de contribuir de manera justa y disfrutar de su tiempo en familia. Al hacerlo, estamos dando un paso importante para reducir el estrés y la carga mental, mejorando nuestra calidad de vida y fortaleciendo nuestras relaciones familiares.